Alienados

La crisis por la que pasa el sistema de financiación de los medios audiovisuales se debe a la falta de inversión en publicidad. Es cierto. Sin embargo, la causa de que la publicidad haya caído no es sólo porque la gente, en época de crisis, consuma menos, si no porque su impacto y eficacia ha descendido considerablemente. El problema: todas las cadenas compiten por ofrecer los mismos tipos de programas en una búsqueda, a corto plazo, de una audiencia amplia.
Lo que nacía como cuarto poder para contrarrestar las disfunciones del Estado, se está convirtiendo, cada vez más, en un aliado del sistema no sólo porque se mantiene por la publicidad, sino porque en vez de fomentar una audiencia crítica, cada día favorece más a la alienación de un público con los mismos gustos e intereses.
Ante la crisis actual se han suprimido las restricciones en las fusiones de los medios de comunicación. Sin embargo, los medios de comunicación son empresas que tienen responsabilidad social además de la económica, pues son formadores de la opinión pública libre y garantizan el pluralismo y la democracia. Es por esto por lo que no resulta igual de ético validar las fusiones en empresas informativas que en otras empresas.
Además, en los casos más próximos observamos que serán, más que fusiones, absorciones de una empresa más fuerte hacia otra más débil. Es el caso de la Sexta, que será absorbida por Cuatro, por Antena 3 o por Telecinco, da lo mismo.
La solución puede ser la inversión en desarrollo de producto. Es decir, que las empresas informativas crezcan sin quitarle clientes a la competencia, ganando audiencia gracias a la modificación del servicio-producto informativo.
Opciones para que este desarrollo de crecimiento intensivo se dé pueden ser desde crear nuevas secciones o suplementos especializados hasta crear una nueva generación de productos basados en la Red.
Expertos en la materia, como Ignacio Ramonet o Antonio Hidalgo, ven en la especialización el futuro de la comunicación. No olvidemos que la creatividad es un intangible que no siempre se puede ponderar en dinero, ni que el principal patrimonio de las empresas son sus trabajadores, que hacen efectivo el derecho a la información de la ciudadanía.

Barrio Sésamo cumple los 40 y se conserva sin arrugas

El 40 aniversario del programa infantil nos hace recordar que se trata una de las pocas producciones que ha sabido mantenerse en los medios durante casi medio siglo. Se ha convertido en el programa para niños más duradero de la historia de televisión con un total 4.135 episodios y 37 temporadas.

Barrio Sésamo ha traspasado las fronteras más diversas. Personajes como Epi y Blas, la Rana Gustavo o El Monstruo de las Galletas llegaron a México y a otros muchos países de Latino América tres años después de su primera emisión en EE.UU. Y los españoles disfrutamos del primer episodio en 1979 de manos de RTVE. Países como Turquía, Polonia, Rusia y China han aprendido los colores, a contar y a cantar con los personajes más entrañables de la pequeña pantalla.

¿Pero era Sesame Street sólo un programa educativo? Es cierto que a pesar del progreso que los medios de comunicación han vivido en las últimas décadas, sigue existiendo una fuerte carencia de programas culturales. Y frente a esto, Barrio Sésamo parece que conserva la esencia de la formación y la enseñanza infantil que tanto nos hace falta. Sin embargo, no debemos olvidar que Sesame Street, a pesar de ser un producto cultural y educativo, no deja de ser un producto más. Un producto pionero en el fenómeno de globalización y en la extensión de la industria cultural estadounidense cuyo principal fin era y sigue siendo el conseguir beneficios.

Jorge Javier Vázquez recoge el Ondas por mejor presentador

La ceremonia de entrega de los Premios Ondas 2009 en el Teatre del Liceu de Barcelona ha resultado un año más carente de sorpresas. Los galardonados eran conocidos ya desde dos semanas atrás. La intriga y las apuestas características de por ejemplo, los Premios Goya, brillaron por su ausencia, y la falta de ilusión y entusiasmo por el qué pasará no han sido un ingrediente favorecedor para que la ceremonia fuera célebre.

Los Ondas de este año han premiado la creatividad y el humor. El galardón al mejor programa de actualidad o cobertura especial ha recaído, en El Intermedio, de La Sexta, por "la visión satírica y alternativa de la actualidad diaria", y en Informe Robinson, de Canal Plus, por "el enfoque personal y profundo de la actualidad futbolística".

Jorge Javier Vázquez, en Sálvame de Telecinco, ha obtenido el galardón al mejor presentador por "renovar con brillantez y sentido del humor el rol del presentador en un género controvertido". Es cierto que este presentador ha creado escuela, primero en su programa del Tomate y ahora en Sálvame. Colaboradores que no son periodistas, salidas de plató para responder al móvil continuamente, una alcancía para pagar por los tacos que repetidamente sueltan, atracones de aperitivos a todas horas mientras se habla, y un largo etcétera de barbaridades salerosas que han logrado conseguir la audiencia más alta de los últimos tiempos. Hasta un 38,8% de share ha llegado a conseguir Sálvame Deluxe con el caso de “la Esteban” y Andreita.

Pero basta ya de criticar a un programa con estilo propio e inigualable y pensemos también en su audiencia. Ya que si un producto mediático triunfa es porque consigue entretener a un gran número de seguidores, y en fin, los medios no sólo están para formar e informar sino también para entretener. Entretener siempre y cuando no se vulneren derechos fundamentales por conseguir audiencia.